Nuestra nueva práctica ha consistido en cambiar el color de los ojos a una foto nuestra.
En primer lugar, seleccionamos una foto de un primer plano de nuestra cara para que el efecto fuese más apreciable. En caso de que la foto estuviera tomada a una distancia superior a la deseada escalaríamos dicha imagen ya a través del programa de edición gráfica Gimp. Con este mismo programa seleccionamos el área deseada (en este caso el iris de nuestro ojo, evitando la pupila pulsando la tecla control) y la teñimos con la tonalidad deseada.
podrías haber explicado mejor el proceso pero mas o menos está bien y el montaje te quedó guay ;)
ResponderEliminarbuena entrada, aunque un poco breve
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